Los organismos son máquinas complejas. Todas sus funciones están relacionadas entre sí, son parte de un sistema, como las piezas de una máquina. Si falta una pieza todo el mecanismo se descompone.
Los seres vivos como máquinas complejas necesitan de “combustible” para iniciar el trabajo. El combustible usado es el alimento que ingresa al organismo. El cuerpo lo procesa, fraccionándolo hasta convertirlo en moléculas de nutrientes, que pueden ser utilizadas por las células.
Los alimentos ingresan al organismo
Son procesados en el aparato digestivo, transformándose las moléculas complejas en simples.
Las moléculas simples de nutrientes son absorbidas por las vellosidades intestinales.
La sangre transporta los nutrientes hasta las células que constituyen los tejidos.
En cada célula los nutrientes son utilizados para obtener la energía necesaria para su funcionamiento.
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